"LA FELICIDAD ABSOLUTA NO EXISTE, Y UNO ESCRIBE JUSTAMENTE POR ESO"

domingo, 20 de febrero de 2011

El sueño de Laura. Carlos Landi


En su lecho de muerte, después de desprenderse su alma del cuerpo, observó con detenimiento quienes eran las personas que se representaban en la pantalla de su mente etérea. Vio dioses, demonios, vio fragilidad y vio pureza, solo tenía que saber elegir el camino adecuado para poder llegar a donde debía llegar.

Escuchó hablar de las diferentes religiones, de la envidia, del amor, del deseo, del placer...pero sobre todo debía reflexionar sobre tus pasos en la vida y elegir entre dos caminos: el del amor o el del bienestar económico, recordó los tipos de relaciones que había tenido con su familia y con otras personas de diferentes creencias y niveles sociales y sintió vergüenza por su egoísmo.

Se dio cuenta que el dinero no compraba su entrada al cielo...y sobre todo que las apariencias la habían engañado. Detrás de esa mujer irresponsable, pedante y cuidada que era se escondía una sorpresa que nadie esperaba.

Sintíó que su existencia sólo sabía del lujo y la vanidad y que la había desperdiciado buscando lo superfluo.

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