"LA FELICIDAD ABSOLUTA NO EXISTE, Y UNO ESCRIBE JUSTAMENTE POR ESO"

lunes, 29 de junio de 2009

MI PRIMER DÍA EN EL JARDÍN.

Llegaba la hora de empezar el jardín, yo me encontraba muy ansioso, en especial porque quería hacer nuevos amigos. Pero lo que nunca me había imaginado era que iba a tener que separarme de mis padres.

Al momento de entrar, recuerdo que entre con mi mamá. Yo estaba feliz, pero cuando llegó el momento en que los padres debían retirarse comencé a llorar desconsoladamente, cualquiera que me escuchaba pensaba que me pasaba algo pero mi mayor dolor era tener que despedirme de mi madre.

Lloré toda una semana, mis padres y maestros no sabían como convencerme para que me quedara. Esto ocurrió hasta que conocí a mi primer amigo, Matías. Gracias a él yo me permanaecía en el jardín sin protestar y sin necesidad de que mi madre se quedara en la puerta de la salita por si yo comenzaba a llorar.

Tiempo después me peleé con mi primer amigo y seguí llorando desde el jardín hasta el primer grado.

Se puede decir que mis primeros años de escuela fueron los peores de mi vida.

LUCIANO TORRES.

ÉSTO SUCEDIÓ UN 25 DE MAYO DE 1810.

Todo comenzó en 1810, mas precisamente el 10 de mayo de de ese mismo año, cuando la conocí a ella. Desde ese momento todo era hermoso, todas las mañanas nos encontrábamos en la Plaza Mayor, ahora llamada Plaza de Mayo, para vernos ir a pasear y pasar mucho tiempo juntos.

Pero en la mañana del 21 de mayo nos encontramos con una gran cantidad de personas que reclamaban por un Cabildo Abierto, sin dudar ambos nos quedamos en la plaza para apoyar a esta gente.

Al día siguiente nos volvimos a encontrar en la plaza, y al escuchar que se estaba realizando el Cabildo Abierto nos pusimos a hablar sobre nuestros pensamientos acerca de la forma de gobierno. Ella estaba convencida de que todo debió seguir igual, de que el virreinato debía seguir en manos españolas y que los nativos no teníamos derecho a acceder a un gobierno propio, yo por mi lado seguía la moción de Saavedra y creía que el mando debía ser entregado al Cabildo hasta la formación de una Junta de Gobierno. Éste fue el principio de una gran discusión, ésta duró más de la que se daba dentro del Cabildo y terminó con el distanciamiento entre nosotros.

Yo me encontraba muy dolido, pero feliz de haber defendido mis pensamientos y eso me ponía orgulloso.

LUCIANO TORRES