"LA FELICIDAD ABSOLUTA NO EXISTE, Y UNO ESCRIBE JUSTAMENTE POR ESO"

jueves, 17 de noviembre de 2011

HABÍA UNA VEZ..., LOS CUENTOS SANADORES. POR ANY VENTURA .

Hay una nueva corriente terapéutica que habla de los cuentos como una forma de sanación del alma. Y me parece muy interesante. Recuerdo cuando era muy chica lo maravilloso que era esperar a mi viejo a que se acercara a mi cama cuando estaba a punto de dormir y me contara un cuento. Como mi papá había nacido en Bulgaria sus historias se referían a su infancia y para mi eran tan inspiradoras como Las mil y una noches. Un lugar lejano y misterioso. Aún me provoca ternura recordarlo..

Esta costumbre de contar cuentos acerca al otro con la frase mágica "Había una vez". Apenas uno la escucha le produce un efecto tranquilizador. Significa que se van a abrir las puertas de una historia maravillosa. Y esa sensación tiene que ver con la idea de que los cuentos nos ayudan a superar los miedos, nos estimulan a pensar. . Nos hace sentir bien escucharlos.. Es una ceremonia que se trasmite de generación en generación .cada uno de nosotros tiene en su memoria un repertorio de cuentos escuchados y de cuentos contados.

Es así, que a través de los cuentos se crean y se establecen relaciones familiares más estrechas. "Había una vez" en que en todas las familias siempre alguien se sentaba al lado de un niño y empezaba a contarle un cuento. "Había una vez" en que los cuentos se leían de libritos para niños o se inventaban sobre la marcha. Los mejores son los que uno inventa. Y que cada mamá, cada abuela, o cada tía relata a modo de receta de cocina, mezclando un poquito de la historia familiar, otro poquito de su inventiva otro poco de realidad, en fin un poquito de todo. A medida que dejan de ser bebes, y se hacen más grandes es cada vez más difícil compartir e interesar a los hijos y a los nietos con un cuento. Muchas veces los padres quedamos "atrapados" en sermones e indicaciones que son necesarias pero que -en el fondo- nos dejan afectivamente "cortitos".

¿Como se hace para competir con la Play Station o con cualquier otro aparato?

Según una investigación, las madres norteamericanas, no dedican más de once minutos por día a conversar con sus hijos, sin tener en cuenta el tiempo dedicado a dar órdenes y darles de comer o ver televisión.

Quizas estamos perdiendo contacto con nuestros seres queridos. Cuando todos, los más jóvenes y los más grandes necesitamos que alguien se nos acerque con algún "había una vez" que nos cure las heridas, los sinsabores de tanta realidad.

No existe nada más real que un cuento. ¿Se acuerdan cómo se sentían cuando alguien, una mamá, una abuela, un hermano comenzaba con "había una vez"?.

Por eso, a fuerza de buscar ideas para recuperar los afectos, las relaciones amorosas, más allá de la tecnología, me imagino una sociedad en la que muchas personas, en vez de hablar acerca de la tele o de la política, empiecen un dialogo con "había una vez" .

Esta teoria de los cuentos como sanadores también podría incluir la posibilidad de que los más jóvenes les relaten historias a sus mayores. Conozco jóvenes que van sistemáticamente a hospitales donde hay gente mayor internada a leerles cuentos. . Simple, económico, sanador. Cuando sea muy viejita me gustaría escuchar una voz cristalina , cariñosa que comience su relato con: "Había una vez..."..

DIARIO "LA NACIÓN" 17/11/11.

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