
La Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta". Ha habido otras, pero esta es la que ha "florecido" y perdura, es la metáfora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones. Es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aún así es su flor, única entre otras.
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